En cada rincón de estos viejos boliches uno puede sentir en las entrañas el aroma de una historia perdida en el tiempo. Algunas palabras deben estar por ahí como fantasmas. yo atrape un poema por eso me animo a escribirlo.
soy el eterno forastero
cuando se abren las puertas del horizonte
copla a copla
un beso flota en la copa de vino
un beso que se convertirá en lágrimas de sangre
sobre los dos rostros de un cuchillo
y ella se ira con el otro
yo me iré en los brazos de la ruta
hacia los labios de la sombra
a lo lejos
mi soledad brillando
porque soy
el eterno forastero
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